Tu intuición

Escucha tu propia voz, vívete más libre.

 

La intuición se afina cuando entras en contacto con tu mundo personal y se sincroniza con tus procesos mentales. La intuición es una sabiduría de tipo organísmico, es decir no solo es conocimiento, involucra un saber natural que lo sientes en tu cuerpo. Va más allá de lo racional y este tipo de saber es básico en la toma de decisiones. 

Tu salud

Reconecta con tu cuerpo.

 

Nuestro cuerpo está diseñado para indicarnos a través de síntomas que en alguna área de nuestra vida no estamos experimentando equilibrio. Nos sentimos saludables cuando nuestro cuerpo logra la homeostasis en sus procesos, cuando no lo logra entonces de forma creativa va generando ajustes para balancear aquello que no lo está logrando. Cuando vas atendiendo tus estados emocionales y racionales, vas generando un estado observante que puede detectar cuando algo no se siente bien. 

Tu autoestima

Reconoce tus fortalezas.

 

Una manera de entender la autoestima es como el conjunto de creencias que tenemos sobre nosotros mismos.  Estas creencias tienen una cualidad esencial y es que no son simplemente racionales, son sentidas. Están intrínsecamente ligadas a emociones. Algo importante de resaltar aquí es que la mayor parte de estar creencias las generamos en nuestra infancia temprana, en muchas áreas de nuestra vida hemos podido ir reforzando las positivas e ir actualizando las negativas. Sin embargo, a veces experimentamos que hay ciertos aspectos en donde nuestro crecimiento está bloqueado y tenemos una sensación de auto-sabotaje. Cuando aparece esta percepción, tenemos la oportunidad de enfocarnos y explorar de una manera vívida, ya que la lógica en este aspecto tiene un alcance limitado. De tal forma que somos conscientes de qué está generando el problema, pero la solución no está en el  ámbito del pensamiento. Esas son nuestras área de oportunidad y el proceso terapéutico es el idóneo para abordarlo.